- Convéncete de que la educación formal, escolar, es muy importante para el desarrollo de los hijos.
- Propónte estar atento(a) al desarrollo académico de tus hijos, niños y adolescentes.
- No centres tu atención sólo en las calificaciones. Suelen ser una forma muy parcial de evaluar su desempeño escolar.
- Interésate por lo que ha ocurrido a tus hijos durante su estancia en la escuela.
- Escúchales con atención y detecta el grado de importancia que ellos le dan a los sucesos para que puedas comprenderlos.
- Repíteles cuantas veces sea necesario que las tareas escolares son SU responsabilidad y no la tuya.
- Tal vez necesites convencerte antes a ti mismo(a) para poder convencerles a ellos.
- Proporciónales todo lo necesario para realizar sus tareas.
- Procura que haya un lugar adecuado, con la iluminación y ventilación necesaria, una mesa o escritorio y cero distracciones como televisión o música estridente.
- Conviene que ellos fijen el horario de sus actividades por la tarde, en el que la tarea escolar debe ocupar el mejor momento.
- Exígeles que cumplan el horario que ellos mismos han fijado.
- ¡Nunca hagas la tarea por ellos! Recuerda que es SU responsabilidad.
- Organízate para estar disponible pero no necesariamente a su lado.
- Si te preguntan algo, ayúdales pero no les sustituyas.
- Recuerda que “toda ayuda innecesaria es una limitación para quien la recibe” ¡No los limites!
- Valora el esfuerzo de tu hijo en la realización de su tarea más que el resultado.
- Interésate por escuchar sus comentarios sobre la tarea entregada y la opinión expresada por los profesores.
- Motívale con un reconocimiento expreso de su esfuerzo y sus logros.
- Conviene centrarse más en lo positivo que en lo negativo.
- Comparte esta responsabilidad con tu esposo(a), la educación de los hijos es tarea de los dos.
O.F. María Teresa Magallanes Villarreal